Acido Sulfamico

El Acido Sulfámico (ácido aminosulfónico, SO3HNH2) presenta notables ventajas: Es sólido en estado puro por lo que es muy fácil de transportar y mucho menos peligroso de manejar; Es fácilmente soluble en agua, dando soluciones marcadamente ácidas. Con solo un 0,5% en peso se consigue un pH de 1,4. Con un 3% un pH de 0,8. […]

El Acido Sulfámico (ácido aminosulfónico, SO3HNH2) presenta notables ventajas: Es sólido en estado puro por lo que es muy fácil de transportar y mucho menos peligroso de manejar; Es fácilmente soluble en agua, dando soluciones marcadamente ácidas. Con solo un 0,5% en peso se consigue un pH de 1,4. Con un 3% un pH de 0,8. Con 5,5% un pH de 0,6 y con un 10% un pH de 0,45.  La solubilidad es un 2% en peso a temperatura de 18ºC y conviene emplearlo casi próximo a saturación.

El ácido sulfámico al actuar sobre los carbonatos, da sulfamato cálcico, muy soluble. Resulta menos agresivo para el tubo del pozo y no afecta a las rejillas de acero inoxidable ni a las de bronce rojo con silicio. Al acero ordinario lo ataca con suficiente lentitud y su acción se puede pasivar con tirourea. Es de acción  más lenta que el ácido clorhídrico, por lo que precisa mayor tiempo de contacto. Se puede añadir previamente disuelto o sólido, disolviéndolo por agitación en el pozo. En este caso se puede añadir un exceso para mantener la acidez.

Usos:
Limpieza de metales y cerámicos, sintésis orgánica, agente estabilizante para cloro e hipoclorito, blanqueador para papel y textil, catalizador para resinas de urea formaldehído, control de pH, removedor de incrustaciones de agua dura, electrodeposición.

Gloria Calcaneo

Blogger + Marketing de Contenido + Social Media Marketing + SEO