Quimica Organometalica


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La química organometálica se encarga del estudio de los compuestos organometálicos, que son aquellos compuestos químicos que poseen un enlace entre un átomo de carbono y un átomo metálico, de su síntesis y de su reactividad. En este contexto, el término “metal” se puede definir utilizando una escala de electro negatividad, asignando la palabra metal […]

La química organometálica se encarga del estudio de los compuestos organometálicos, que son aquellos compuestos químicos que poseen un enlace entre un átomo de carbono y un átomo metálico, de su síntesis y de su reactividad.

En este contexto, el término “metal” se puede definir utilizando una escala de electro negatividad, asignando la palabra metal a aquel elemento que presenta un carácter más electropositivo que el carbono. Bajo este punto de vista se designan como metales a elementos conocidos como metaloides, tal como el silicio.

Puede considerarse una parte de la Química diferenciada de la química orgánica (en la que el carbono se une de modo covalente a átomos de no-metal como hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre o halógenos) y también distinta de la química inorgánica.

La química organometálica es una disciplina que engloba a otras subdisciplinas de la química, como: química orgánica, química inorgánica, fisicoquímica, electroquímica, por nombrar algunas. Esta transdisciplina de la química organometálica hace que posea una aplicabilidad tecnológica casi inmediata en variadas industrias químicas.

Por mencionar sólo unos casos: hidrogenación catalítica de olefinas utilizando sistemas homogéneos, a menor presión y temperatura, polimerización de etileno y propileno que generan polímeros plásticos con mayor grado de tacticidad, etc.

Su comienzo puede establecerse a mediados del siglo XIX con la síntesis del dietilzinc por parte de Edward Frankland en 1849, mezclando yoduro de etilo con zinc.

Su verdadero despegue tiene lugar a partir de 1900 con el desarrollo de los reactivos de Grignard, haluros de organomagnesio.

En 1909, Pope y Peachey prepararon el yoduro de trimetilplatino, primer alquilo de un metal de transición.

En la segunda mitad del siglo XX se pusieron a punto muchos procesos industriales donde se aplicaron los conocimientos sobre estos compuestos, como la catálisis de Ziegler-Natta para fabricación del polietileno, un plástico de gran interés.